jueves, 29 de septiembre de 2016

viernes, 2 de septiembre de 2016

Origenes inesperados

A veces pensamos, que algunos de los hechos históricos no nos afectan, porque son del pasado, o que nuestras decisiones no afectarán de gran manera nuestro futuro, pero lamentablemente no es así, como en el "Efecto Mariposa" cada decisión que tomamos afecta el futuro no sólo nuestro si no también de nuestro entorno. por ejemplo si mis padres no hubieran tomado las decisiones que tomaron yo no habría nacido.

Asistiendo a la presentación de un libro sobre los mineros, la revolución del 1952 y el presidente Paz Estenssoro, mencionaron a "Claudio San Román" un oscuro personaje de la historia de Bolivia, conocido por ser parte del Control Político y uso despiadado de la fuerza contra los opositores, en pocas un tipo terrible casi hasta catalogarlo como "Nazi", fue ahí donde recordé cómo este personaje influiría en la vida de mi padre y por consiguiente en la mía. 

Según mi abuela, mi padre recién salido del colegio y el cuartel se encontraba en Copacabana con la familia, como siempre andando con uno de sus amigos de la vida (lamentablemente no recuerdo su nombre) recientemente había sucedido la revolución del 52 y Claudio San Roman pasaría por el pueblo. 

Hugo Martínez, mi padre, joven y seguramente con algunos ideales y en contra del control que se ejercía contra los opositores, enterado de la visita de San Román no tendría mejor idea que ir a abuchear a este oscuro personaje junto con otras varias personas, lamentablemente este hecho no sería disculpado. Mis abuelos, avisados por amigos de que lo habían reconocido y que lo estaban buscando, estaba muy preocupada por lo que le podría pasar y encontró una solución con un conocido de la familia. Este conocido estaba buscando bachilleres que pudieran ejercer como profesores en una comunidad detrás del Illimani, entonces esa misma noche mi abuela despacho con el conocido a mi padre, con lo que traía puesto y algo de dinero, mi abuela semanas después iría a visitarlo llevando sus cosas, de esta forma lo salvó de ser apresado y empezaría su carrera como profesor, ya muchos años después, ya como supervisor, conocería a mi madre.

Tal vez, si no hubiera hecho lo que hizo mi padre, su futuro hubiera sido muy diferente, o tal vez no, pero eso no lo sabremos, pero tal vez yo no hubiera existido. Todo lo que hacemos trae consecuencias, a veces grandes y otras pequeñas, y esas consecuencias tenemos que asumirlas. 

viernes, 8 de julio de 2016

Un café

Él la había invitado, después de mucho tiempo, a tomar un café, para conversar y para poder verla de cerca. Días atrás ya se habían visto en una fiesta, de lejos, manteniendo la distancia, ambos querían hablarse, bailar y tal vez revivir que hace un año se habían conocido, pero sabían que no debían, prometieron alejarse por el bien de ambos.

El café, sirvió para que conversaran como un par de amigos más, se contaron como la pasaron en la fiesta, la experiencia de ella al bailar música folclórica, porque él se había ido temprano, porque ella bailó hasta casi el amanecer. Tal vez el motivo principal que no dijeron fue que se extrañaban. 

Tras salir, él la acompaño para embarcarla hacia su casa, iban por el mismo camino que recorrieron varias veces tomados de la mano, ¿qué podían decirse?, sólo basto sus miradas para darse cuenta lo mucho que aún se querían, no podían confesarlo, y en esa esquina dónde se besaron apasionadamente una vez, no pudieron más, se besaron como hubieran querido hacerlo en aquella fiesta, en los meses que se evitaron y todos los días siguientes.